CUANDO LOS ARGENTINOS CONQUISTARON EL MUNDO
Sobre la FIFA y el escandaloso perdón a Leonel Messi
Debería de ser un escándalo, pero no lo será. Debería generar protestas peruanas, uruguayas, ecuatorianas y venezolanas; debería haber tribunales donde apelar, pero no los hay. El levantamiento de la suspensión de cuatro fechas y el pago de 10,000 francos suizos por “Falta de pruebas” es descabellado.
Según informó la Cadena SER, el Comité de Apelación de la FIFA entendió que la expresión "La concha de su madre" es una protesta coloquial que se utiliza de forma genérica sin personalizar. Por lo tanto, si el argentino hubiera dicho "La concha de tu madre", sí habría sido sancionado, porque se hubiera interpretado claramente que su insulto iba dirigido al árbitro asistente. Parece un chiste, pero no lo es.
Hace unos años, en un partido a beneficio, donde Ronaldinho Gaucho era la estrella, un árbitro despistado le sacó tarjeta roja. Luego de un par de minutos de reclamos, sonrió y le sacó la amarilla. Era entendible, era el negocio, el estadio lleno había pagado por ver al crack, no lo puedes expulsar. El reglamento al diablo.
Lo mismo pasa ahora pero en escala mayor, y no a beneficio, sino a perjuicio de las selecciones que jugarán las cuatro últimas fechas contra los albicelestes (entre ellas, la peruana). Argentina es dinero, tiene que estar en el mundial. Messi es también dinero. A la selección Argentina no le ha ido muy bien últimamente, necesita a Messi. Es bueno para las apuestas, para las transmisiones televisivas, para la venta de souvenirs, para los sponsors. La FIFA debe velar por la eficiencia de su negocio. Es marketing puro e inocente, costo-beneficio, cuestión de inversiones, simple.
Pero eso sí, que no nos cuenten el cuento de que en un torneo FIFA todos tienen las mismas oportunidades; que los reglamentos se aplican igual para todos; que todos los equipos de una eliminatoria tienen el mismo chance; que todos partimos de cero.
No es un secreto que se arreglan partidos, se compran árbitros, se manipulan sorteos y se arman fixtures buscando siempre el máximo beneficio. Ya hay demasiados procesados por corrupción en el máximo organismo del fútbol, sancionados e investigados. No nos ilusionemos.
Para que Perú vaya a un mundial debe ser negocio, o jugar demasiado bien. En los próximos mundiales van a clasificar 32 equipos, allí si estaremos y seguiremos creyendo que tenemos oportunidades de ganar la copa.
Messi debió cumplir la sanción que se le dio, todos vimos por televisión cuando insultó al árbitro ¿Él sí puede? Si Trauco o Guerrero le mentan la madre al juez, los inhabilitan de por vida. Pero los dioses del Olimpo no siguen las reglas; los dioses no tienen que ser justos, sólo tienen que ser poderosos.
“La pelota no se mancha”, diría “el Diego”. Ya está manchada, pero no por la cocaína que pueda consumir la cabeza loca de un jugador, sino por la ambición de los enriquecidos dirigentes de la FIFA.