#ElPerúQueQueremos

P.A.ARONA

CIRCO ELECTORAL

Publicado: 2016-04-01


El circo electoral nos está agotando. Payasos, domadores de fieras, magos e ilusionistas, equilibristas, acróbatas, lanza fuego y otros “artistas” nos siguen dando espectáculo no siempre de la mejor calidad. A escasos días de las elecciones, nueve de diecinueve candidatos ya no están en el programa de la función:

1. Los expulsados:

     a. El ilusionista joven con méritos profesionales que hizo soñar por unas semanas a los que querían un outsider, con vínculos poco claros con el actual gobierno, actitud pro israelí, queriendo agradar a todos y por lo mismo generando dudas.

     b. El imitador de las copias que no son plagios, el de la plata como cancha, doctorados bamba y discapacidades comunicativas, que por un momento asustó a los dinosaurios, con el desesperado deseo de las masas de poner a alguien nuevo.

2. El escapista que se retiró sin avisar a nadie (ni a su partido): paladín de la seguridad y luchador contra la delincuencia, ganador de certámenes de belleza masculina y con poco fuste aún para tentar un cargo político importante.

3. Los retirados a la mala y a la buena por sus propios partidos para salvaguardar sus inscripciones y su supervivencia:

     a. El comediante, ex ministro del interior, experto en disparos a quemarropa y generar polémicas, que podría tranquilamente encontrar trabajo como comediante en algún programa de televisión abierta.

     b. El escupe fuego de la izquierda radical (Perú Libertario) que solo es conocido por sus camaradas más cercanos.

     c. El hombre de las cadenas, promotor de la pequeña empresa que empezó su campaña con un lindo vídeo donde hablaba mal de su opositores y terminó encadenándose a las rejas de palacio en un acto entre desquiciado y humorístico;

     d. El hombre invisible de la izquierda humanista que no apareció ni una sola vez en los medios, ni en las encuestas.

     e. El ayudante del hombre invisible, candidato de Siempre Unidos, ex alcalde los Olivos, y que, supongo, debe ser conocido en su distrito.

     f. El viejito acróbata, Perú Nación, abogado, ex diputado del segundo gobierno de Belaúnde (sí, hace 35 años), presidente del Consejo por la Paz.

¿Quiénes quedan?

     1. La presentadora, que lidera las encuestas pero que arrastra la sombra de corrupción del gobierno de su padre, las inexplicables fuentes de dinero que financiaron su educación en una de las universidades más caras del mundo, y su total inexperiencia laboral.

     2. El ciclista de la cuerda, adulto mayor acusado de lobista y de tener intereses comerciales más que sociales. Con gran currículum y pozos de petróleo en Texas, que sin embargo no sentimos peruano.

     3. El tragasables inglés, que no se ensucia las manos, malhumorado, que ha escrito uno de los mejores libros para entender al Perú: “La República Embrujada”, que cada día va dañando más su imagen con pequeños detalles.

     4. La joven acróbata de izquierda, carismática, de respuesta rápida, pero con vínculos aun no desmentidos con la actual primera dama y con la Venezuela chavista.

     5. El domador de palomas, gordito de los golpes, la matonería, las alianzas contra natura, el cinismo, la egolatría y las palabras soeces.

     6. El inca Pachacútec, cholo del whisky, enamorado hasta la melcocha de su gringa que lo sigue considerando sano y sagrado.

     7. El rapero viejito del orden, el quipucamayoc, el gato fiero, a que te aruño papi, a que te aruño.

     8. El payasito “cucharita”, ¿o era “tripita”? No, era “Popy”, que barrerá con los corruptos.

     9. El tramoyista de las jaulas, el preso rojo.

     10. El danzante, shipibo connibo, que nació en una balsa y tiene un doctorado en la universidad de Stanford.


La orquesta de músicos han sido los miembros del Jurado Nacional con música que no ha sonado igual para todos:

1. Saca de carrera a un candidato por donar 10000 soles para construir un muro, pero absuelve a otra, a pesar de los videos donde se encuentra repartiendo víveres y premios en efectivos a cantantes callejeros.

2. Expulsa al candidato que va segundo en las encuestas por errores internos en los procesos de elección de sus candidatos nacionales; y sin embargo no dice una palabra sobre una alianza antinatural entre dos partidos que han violado sus propios estatutos para participar en estas elecciones.

Todo es caótico, no hay buenos ni malos, todo es informal, y en el caos por supuesto, los que ganan, son los poderes que no postulan oficialmente pero que financian a persas y a espartanos.

¿Qué esperanza puede tener un país hundido en el desorden político, donde los candidatos juegan carnavales escatológicos con ventilador?

¿Qué le falta al Perú para tener propuestas de gobierno sólidas, ideologías, o al menos planes serios pensando en el desarrollo y en la solución de nuestros problemas primordiales, en vez de lucir los trapos sucios y hacer competencia sobre quien los tiene menos sucios? Sí pues, nosotros matamos menos, nosotros mentimos menos, nosotros robamos menos.

Necesitamos un país donde las personas interesadas en hacer política busquen el bien común y no solucionar sus problemas económicos. He visto en miles de paneles callejeros, desconocidos candidatos al congreso que ofrecen aumentar el sueldo mínimo, que haya menos colas en los hospitales, que acabarán con el despilfarro, que nos darán más seguridad, que cuidarán mejor a tus mascotas y lucharán por la comunidad otaku en el Perú. ¿Alguien les ha explicado a estos postulantes que los congresistas no pertenecen al poder ejecutivo (el que hace cosas) sino al legislativo (el que elabora leyes)?

¿Creerán los postulantes al congreso que con un lavado vaginal, siendo auténtiko, siendo como uno, siendo joven, ofreciendo agua para todos, luchando por las mujeres o teniendo experiencia (por mencionar solo algunas de las frases célebres de esta campaña) solucionarán los problemas del país?

Veía por la avenida Javier Prado, entre el mar de avisos políticos, una frase que me llenó de dudas: “El defensor de tus reclamos” ¿los reclamos necesitan quien los defienda? ¿Votarán por él los reclamos indefensos que son víctimas de la violencia de las calles? ¿No sería mejor defender a los ciudadanos o sus derechos? Al menos yo no quiero que defiendan mis reclamos, mis reclamos saben defenderse muy bien. Veía debajo de una fotografía de un ex candidato a la alcaldía de Lima, hoy postulante al congreso la frase: “Por ti y para ti”. What?

Entiendo que no todos tienen el dinero para contratar un jefe de campaña, pero al menos un sencillo para pagarle al redactor de documentos a la salida del Poder Judicial para redactar una frase con coherencia ¿no?

Necesitamos que la política no se asocie a viveza y corrupción; necesitamos un plan nacional nuestro, no importado de Venezuela, de España, o Finlandia, tampoco de Cuba ni de EE.UU.  Necesitamos solucionar nuestros problemas de manera directa, sin ideologías, ya no es importante si te sientas a la derecha o a la izquierda (lo peor de los insultos y agresiones verbales entre derecha e izquierda es que casi siempre, ambos tienes razón), lo que importa es salir de la pobreza, construir un país moderno, con menos problemas y más oportunidades 

Hace falta ver la política de otra forma. Tenemos solo dos opciones: 

     1. Pateamos el tablero y nos desentendemos de la política, nos vamos del país o nos acorazamos de indiferencia. 

     2. Procuramos construir un nuevo partido político, o movimiento, o agrupación, (o secta, no importa) que elabore un proyecto de país donde puedan participar todos los peruanos con ganas de cambiar y mejorar nuestra realidad, que no regale nuestras escasas riquezas, pero que administre el estado como una empresa exitosa que logre objetivos y elimine de una vez por todas la elefantiásica burocracia, se extermine a los delincuentes como a una plaga y se construya un país con igualdad de oportunidades y sin corrupción. 

¿Es tan difícil? Sí, lo es, pero como yo, sé que hay muchos que quisieran lo mismo. Pero un outsider no nos traerá eso, no lo hará tampoco un viejo político; tenemos que hacerlo nosotros ¿te animas? 


Escrito por

Tomás Carlos Barriga

Comunicador social, docente universitario, poeta en un mundo sin poesía y escritor desolado.


Publicado en

Las Crónicas de Uqbar

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