Mi padre era una persona muy inusual, muy poco común, había un aura de paz a su alrededor. Nunca supe o nunca noté que tuviera algún mal pensamiento sobre otra persona o que hablara críticamente sobre otros, a pesar de que era mucho mejor observador que el común de la gente. No era una persona que no supiera la diferencia entre lo bueno y lo malo, podía comprender a los demás, aun cuando actuaban equivocadamente, y mostrarles gran afecto y simpatía.

Hay un dicho latino: “El Amor conquista todo”, él abrazaba ese tipo de principios; el amor y la paz eran parte de su carácter y lograba que la mayoría de la gente lo respetara y lo quisiera. Crecer en la presencia de una persona así fue un privilegio. Estaba devotamente dedicado al trabajo de la Sociedad y su forma de pensar era de una claridad extraordinaria. Aprendí de él como actuar en diferentes circunstancias.

De pequeña tuve mucho contacto con él porque le gustaba jugar con los niños. Sin embargo mis recuerdos de esa época son sólo los de una niña, muy sencillos.

Después, de adultos pude ver que no pertenecía a este mundo. Su conciencia existía en una dimensión diferente, uno sentía cerca de él una atmósfera de santidad, era profundo en su sabiduría pero él era completamente inconsciente de ella.

Era una presencia sin ningún egoísmo. Cuando entraba en una habitación donde había mucha gente lo hacía silenciosamente y se sentaba como si no fuera nadie. Nunca sintió que fuera importante o que debía sentarse en un lugar especial o ser tratado de una manera especial, pero al mismo tiempo su presencia traía esa sensación de santidad. Nadie que fuera sensible podía evitar sentirlo, había esa dignidad que no es de una persona ordinaria y su amor era abundante. Podía demostrar mucho amor aún a personas que no conocía, aún en pequeños gestos. Fue un gran privilegio tener esa relación.

También tuve el privilegio de conocer a Annie Besant y a Charles Leadbeater, pero tenía solamente diez años cuando ellos murieron, y no puedo decir que los haya conocido. Sin embargo tengo una memoria muy clara de ellos en particular de Annie porque era una persona especial

Empecé a aprender danza por accidente. Cuando terminé la secundaria era muy joven para ser admitida en la universidad y pensé que me dejarían aprender algo de danzas clásicas hindúes. Después de un año me dije a mí misma: he aprendido tanto en un año que me quedo un año más” y así me quedé durante seis años después de los cuales hice los estudios universitarios. Mientras estudiaba continué dando espectáculos y eso me permitió contactarme con muchas personas fuera de la Sociedad Teosófica, aprendí como se comportaban, como era su psicología, cuáles eran los intereses y problemas de las personas ordinarias. Si no hubiera conocido estos círculos no comprendería igual a la gente, y estoy muy contenta de haber aprendido.

Mientras practicaba danza, estudiaba sobre la creatividad de los artistas. Los más destacados tienen en sus mejores momentos de creatividad una diferente clase de percepción, ellos miran más allá de la superficie, en la belleza, en la verdad, perciben todo en un nivel más profundo. Esa clase de estudio también ha sido de mucha ayuda.

La esencia de la sabiduría que llamamos teosofía, es tomar consciencia de que la vida es una energía maravillosa, una fuerza que es al mismo tiempo inteligencia y amor supremo. Está en todas partes penetrando en toda criatura viviente. Si comprendemos esto, aunque sea sólo intelectualmente, nos daremos cuenta que la competencia está en contra de la verdadera naturaleza de la vida, porque la vida en todas partes es Nuestra Vida.

Es la tontería de nuestras mentes que nos hace pensar que somos diferentes, estamos en diferentes cuerpos, pero no somos diferentes, tal como la energía de cada átomo en la materia es una sola energía. El espacio, dentro de la casa o dentro de un jarro, es el mismo espacio. La competencia no está en armonía con la naturaleza de la vida, lo único que puede traer es miseria y es lo que está trayendo.

La vida competitiva es la causa de tanta violencia en el mundo, la causa básica del consumismo y la destrucción del medio ambiente. Para nosotros la Teosofía, que es la realización de la esencia de la Vida y la Unidad, son lo único de fundamental importancia.

No deberíamos tener actitudes competitivas así como no competimos contra un hermano o una hermana. No sentimos envidia si un hermano tiene algo más de lo que tenemos nosotros. Si somos realmente devotos a la fraternidad universal no nos uniremos a la competencia, ya sea exterior o interiormente.

C.W. Leadbeater ha escrito en uno de sus libros: “Si hay personas que tienen más, déjalos tenerlo ¿porque te comparas con ellos? déjalos tener esa experiencia que les ha sido dado por el karma y aprender lo que puedan en su situación. Tú aprende de tu situación.”

Krishnamurti lo decía en términos más fuertes: “No te compares”. Esa actitud de compararse es lo que hace que aparezca la competencia. Aun cuando una persona esté buscando lo espiritual el compararse es muy dañino.

Una persona puede decir: “A mi profesor le agrada más mi compañero que yo, él está más cerca de mi profesor que yo” esa clase de comparaciones producen envidia y celos que harán, por supuesto, el crecimiento espiritual imposible.

Los miembros de la ST sinceros deben tener una actitud diferente basada en la Fraternidad Universal y el respeto por todo ser viviente. Debemos por lo menos darnos cuenta que no hay ninguna separatividad con la otra persona a la que llamamos “otro”. En realidad él otro, soy yo mismo.

No podemos ignorarla, porque el mundo se ha vuelto cruel en una escala masiva y de una manera tan organizada, que si la ignoramos tendrá terribles repercusiones. Si los seres humanos que tienen un cerebro muy brillante se vuelven más y más crueles no serán ya más humanos sino inhumanos, salvajes.  

No debemos hacer cosas crueles nosotros mismos. Es lo mínimo que podemos hacer; y creo que no podemos estar satisfechos con lo mínimo.

Las enseñanzas de la yoga dicen que si realizas crueldades o dejas que otras personas hagan crueldades en tu nombre, o permites que la crueldad se haga delante de ti, o te beneficias de la crueldad, todo es lo mismo. Entonces pienso que debemos combatir la crueldad activamente, no con odio sino con comprensión de que las personas crueles son completamente ignorantes espiritualmente y que por lo tanto merecen compasión y no animosidad debemos hacer muchas cosas en contra de la crueldad, difundir información y explicar lo que la crueldad hace con la conciencia humana. Apelar al lado bueno de las personas. Muchos participan en cosas equivocadas porque no lo piensan. Debemos hacerlos pensar.

Hay muchos aspectos y etapas. Primero se deben buscar oportunidades para ser útil. Esto se llama Karma Marga, el sendero de acción y servicio. Pero debemos observar si estamos haciendo el servicio con motivos egoístas o si lo que queremos es realmente ayudar. Puedo pensar de una manera muy pequeña en consideración de las personas dando algo a una persona hambrienta o a un animal hambriento, pero aprender a dar ayuda espiritual es más importante.

En segundo lugar debemos aprender a no pensar todo el tiempo de manera trivial o superficial. Si observamos a otras personas y a nosotros mismos podemos observar que nuestro pensamiento está ocupado en las cosas que no tienen importancia. Podemos hacer que nuestra mente se dirija a cosas más importantes como: ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Cómo se inicia, como surge el sufrimiento? ¿Cuál es el potencial oculto de la conciencia, en especial de la conciencia humana?,¿qué es la verdad? y muchas otras preguntas de este tipo. Entre más pensemos en las cosas que tienen más importancia y hagamos el intento de entenderlas, elevamos nuestra conciencia a niveles más altos.

Luego hay también el asunto de la comprensión propia. Observando las cosas nosotros mismos para ver que calidad de emociones tenemos, y las muchas formas que toma el egoísmo. Tratar de purificar nuestras propias mentes y nuestra vida.

Se puede comenzar la vida espiritual de esta manera. Y luego más tarde llegará una nueva comprensión

Los poderes psíquicos no tienen importancia. Nosotros vemos cosas variadas con nuestros ojos desnudos, pero cuando usamos un microscopio o un telescopio vemos más. El hombre que puede ver más a través de un microscopio, ¿se vuelve un mejor hombre?, ¿más sabio?, ¿más compasivo?

Supongamos que el objeto usado no es el microscopio sino algún otro medio que nos haga ver más, u oír más, no ocasiona un cambio, y por lo tanto no tienen ninguna importancia, Incluso pueden ser dañinos porque cuando una persona es diferente de otras, se vuelve vanidosa, autosatisfecha de su propia importancia.

Lo peor que podemos hacer es crecer desarrollando el egoísmo. Los poderes psíquicos pueden ser una forma de control sobre los demás y son muy poco deseables.

Lo que la filosofía teosófica enseña no es el crecimiento en los poderes psíquicos, sino el desarrollo de poderes espirituales. Lo que significa el desarrollo de la sabiduría, del amor, de la pureza, de la paz, que son todas cualidades espirituales.

La teosofía da una gran comprensión de la naturaleza humana y de los procesos cósmicos, la dirección en la cual el progreso humano debe proseguir, y con esa filosofía tenemos una comprensión clara de lo que es el progreso espiritual. Madame. Blavatsky lo puso de una manera muy corta en su escala de oro, "Una vida limpia y una mente abierta, un corazón puro..."

La autoridad sin amor, sin un sentido de unidad en relación con los otros, es maligna, causa daño sobre quienes se tiene autoridad y aún más daño a la persona que usa esa autoridad. En la vida práctica debe ejercerse alguna autoridad, en una organización, alguien debe firmar los cheques y manejar los fondos, es la persona a quien se le ha dado esa autoridad.

Cuando un avión vuela, el piloto debe tener autoridad. Si todos los pasajeros tuvieran el poder sería un desastre. Pero las personas que ejercitan el poder en estos casos deben pensar en el beneficio de todos.

Hay personas que tienen conocimientos espirituales, y por lo tanto pueden ser consideradas como autoridad, porque ellas son las personas que tienen la mayor capacidad de amor, porque sin amor no podrían ser espirituales, entonces el poder que ellos tienen es de la naturaleza más beneficiosa. Ellos nunca ejercerían su autoridad para forzar a nadie.